La retirada gradual del hielo debido al calentamiento global aumentará las posibilidades y las formas para explotar el Ártico. Además de recursos naturales Rusia, el país con más costa en el océano más septentrional de la Tierra, quiere sacar partido de la nueva ruta comercial y de transporte que se abre en esa región. Con ese objetivo, ha comenzado a construir un superrompehielos nuclear, el más grande y potente del mundo, capaz de abrir camino a los barcos de carga durante todo el año.
Los trabajos para construir el buque comenzaron a comienzos de este mes en los astilleros Zvezdá, situados en la ciudad de Bolshói Kamen, en el Pacífico, a 30 kilómetros de Vladivostok, por encargo del presidente de Rusia, Vladimir Putin. El contrato entre un consorcio de empresas liderado por la petrolera Rosneft y el cliente, Rosatomflot, perteneciente a la agencia nuclear rusa Rosatom, se firmó el pasado abril.
El nuevo buque, que algunos expertos no han dudado aquí de calificar como “una ciudad flotante” con sus más de 200 metros de largo, llevará el nombre de Rossiya (Rusia) y forma parte de una nueva clase de rompehielos bautizada como “Líder”. El nombre le viene al pelo, porque será el barco nuclear más potente jamás construido.
“No hay otro igual en el mundo”, se enorgullecía el director general de Rosatomflot, Mustafá Kashka. Además de sus medidas (209 metros de eslora y 47,7 de manga) “tiene características técnicas excepcionales que le permitirán navegar en la región oriental del océano Ártico durante todo el año”, prometió.
Vladimir Putin; el jefe de Rosneft, Ígor Sechin, y el primer ministro de India, Narendra Modi, frente a una maqueta del rompehielos clase Líder en una visita a Bolshói Kamen en septiembre pasado. /La Vanguardia
Y eso ocurrirá porque, aunque el océano siga congelado, el líder del Ártico tendrá capacidad para romper una capa de hielo de más cuatro metros de grosor. Para ello dispondrá de la propulsión nuclear que le darán sus dos reactores RITM-400. Con una capacidad de desplazamiento de 70.000 toneladas, en aguas despejadas podrá alcanzar una velocidad de 22 nudos.
El proyecto Líder es la columna vertebral de una nueva generación de rompehielos rusos. Con la botadura del Rossiya, prevista para 2027, quedará abierta durante todo el año la ruta del mar del Norte, que es el nombre que aquí se da al camino que está dejando expedito el calentamiento global en el Ártico.
Después del Rossiya está previsto construir otros dos barcos de iguales características, el último de los cuales se entregará en el 2033.
En diciembre del año pasado, en el foro Ártico, presente y futuro, el viceministro ruso para el Desarrollo del Lejano Oriente y el Ártico, Alexánder Krútikov, dijo que para el año 2035 se espera que el volumen de tráfico en esa ruta alcance los 160 millones de toneladas. Como comparación, en el 2018 era de 19,7 millones. Los planes de Rusia son adaptar esta ruta al tráfico internacional.