Rabia y desesperación en el Pleno del Ayuntamiento de Paiporta, que se ha convertido en un reflejo de la crítica situación tras la tragedia de la DANA, ocurrida el 29 de octubre y que dejó más de 200 fallecidos en la región.
Los vecinos, entre lágrimas e indignación, reclamaron soluciones inmediatas al gobierno municipal, al que acusan de desorganización y desinformación tras un mes de la catástrofe. “No traéis soluciones, no traéis un plan. Nos habéis abandonado totalmente”, expresó un vecino entre los numerosos reproches lanzados en la sesión.
AYUDA INSUFICIENTE Y FALTA DE RESPUESTAS
Las quejas principales giraron en torno a la lentitud de las ayudas económicas, la falta de limpieza en las zonas afectadas y el estado precario de los servicios básicos. Garajes inundados, alcantarillado obstruido y vertidos de aguas fecales son problemas que persisten en la localidad, junto con la falta de alumbrado público y la no reubicación de 4.000 niños sin colegio.
Durante el Pleno, interrumpido varias veces por los asistentes, también se produjo un apagón eléctrico, símbolo de los problemas estructurales que continúan sin resolverse.
CRÍTICAS A LA GESTIÓN MUNICIPAL
La alcaldesa, Maribel Albalat, intentó justificar las actuaciones del consistorio, argumentando que las alertas hidrológicas recibidas no anticiparon el volumen de agua que finalmente se registró. Sin embargo, estas explicaciones no calmaron el malestar de los asistentes ni de los concejales de la oposición, que exigieron compromiso y seriedad en las respuestas a los damnificados.
Por otro lado, se cuestionó la tardanza en la publicación de las bases para acceder a los 5,3 millones de euros donados por Amancio Ortega, cuya disponibilidad aún no está definida.
¿SOLUCIONES EN CAMINO?
Entre las decisiones adoptadas, se aprobó una modificación de crédito de 1,4 millones de euros para cubrir los gastos inmediatos de recuperación. Asimismo, la alcaldesa prometió que se priorizará el trabajo conjunto para mejorar la situación.
Sin embargo, los vecinos insisten en que un mes después de la tragedia, la recuperación avanza demasiado lentamente. Entre la tristeza y la impotencia, Paiporta continúa esperando respuestas efectivas para superar esta devastadora crisis.